DESDE MARTE

Bitácora de vuelo. 1715.13.11.2006

Desde Marte:

La fiebre llegó a limites escalofriantes (de verdad) y, por que no decirlo, tercianos. Cuando me empiné en los 39º se encomendó a un delegado para que me derivara a un lugar de reposo. Cuando toqué los 40º la situación estaba lo suficientemente calurosa como para lograr conciliar el sueño. Deliré. Las horas parecían de vapor, casi insondables. En sí el tiempo desapareció como tal, con él muchas otras cosas, entre ellas las preocupaciones mundanas, la enrarecida atmósfera sináptica – cerebral hacía ver la mas común de las estructuras como si fuese una estación espacial abandonada hace eones, al borde de la galaxia.

El regreso a la vida normal fue mas forzado por mi psique, que por mi aparato inmunológico.

Fin de la bitácora de vuelo. 1726.13.11.2006