La fiebre y los hijos
Tengo un resfrío que me trae con un estado febril de esos que solo se comparan al Amor apasionado, desvariando a todo nivel (de cualquier modo me levante a trabajar). Se acerca la hora de irme a casa y decidí, en el espacio libre que me queda, escribir lo que siento.
Por alguna razón, a pesar del dolor, las tercianas, la fiebre y el malestar general, los estados febriles, en un grado medio, me son psicológicamente agradables, es como estar bajo los efectos de un alucinógeno que no me provoca pánico, por lo general los alucinógenos, como la marihuana, me provocaban algo de malestar psico-físico: Pánico y taquicardia. Por el contrario la fiebre me hace sentir relajado psicológicamente, como en el espacio sideral, dentro de un traje de cosmonauta, claro está que hasta cierto grado, pues con las fiebres altas difícilmente no deliro.
Me hubiese quedado en cama, pero pienso en que si tuviese una hija o hijo me sería imposible tal actitud, eso me motiva a saltar de la cama. Tal ves pensando en que soy mi propio hijo. Mas de una pareja me dijo que parecía un niño. Estoy cambiando las actitudes que causaron los fracasos de mis relaciones. Tal ves en un futuro cercano no tenga que cuidar de mi, sino de niños reales.
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